Entrevista con Josep Boix, Director de Zentrum.
Lo más importante es escuchar al
cliente, entender la problemática, el sistema de vida de la familia y a partir
de aquí configurar los espacios para que funcionen. Esta es la filosofía de
trabajo de Josep Boix, fundador y director de Zentrum, un nuevo estudio de
interiorismo de Barcelona que ha llegado con las ideas muy claras para ofrecer
una alternativa interesante al proyecto residencial. Aprovechamos la
presentación de su nuevo espacio Rimadesio para entrevistar al diseñador de
interiores.
Entrevista:
Marcel Benedito. Fotografías:
Miquel Coll.
Cortesía revista Casa Viva
Las situaciones familiares cambian
y la casa debe estar preparada para eso. Ha cambiado mucho… ya no existe la
idea de casa para toda la vida, nada es para siempre. La casa templo ya no
existe. Son necesarios espacios más flexibles, polivalentes, optimizados y
sensibles a la realidad. Para qué nos vamos a preocupar porque un parqué
permita seis pulidos sino vamos a tener ocasión de hacerlos. Seamos realistas,
no debemos invertir en cosas que pueden cambiar muy pronto. Yo pregunto a mis
clientes cuando se plantean la cocina, ¿cuántas horas dedicas a la cocina al
cabo del día? ¿Cómo vives?, vamos a hacer un control regulado de lo que vas a
invertir en tu casa. El cliente escucha estos razonamientos y valora el
asesoramiento.
¿Hacia dónde van las
tendencias de la casa?
Vivimos en un mundo muy sintético y
por eso creo que las tendencias actuales recuperan las cosas naturales. El
interiorismo se mueve en tantos campos, la iluminación, las texturas, los
colores, que resulta difícil no entrar en las nuevas tecnologías pero a la vez
anhelamos la sensación de volver a la esencia de las maderas naturales,
recuperar las cosas antiguas, encontrar el equilibrio. La antigua moda de
blanco, frío y cemento está claramente superada por otra tendencia que
contrarresta la alta tecnología. Una piel más agradable, cosas elaboradas a
mano. Recuperar la autenticidad.
¿Cómo es el cliente de Zentrum?
Nuestro cliente tiene un cierto
potencial económico, es de mediana edad, tal vez está planificando su segunda
vivienda, ya que en la primera cometió algunos errores y no busca tendencias ni
se fija en las revistas sino que persigue otra cosa. Los hijos ya han crecido y
busca una vivienda preparada para cuando se vayan de casa.
¿Cuál es la filosofía
del estudio?
Nuestro objetivo es disponer de un
punto de trabajo donde podamos atender a un cliente final con la misma eficacia
que a un prescriptor, con las herramientas adecuadas y la experiencia que nos
dan muchos años de conocimiento del interiorismo residencial. Somos una empresa
pequeña de cuatro personas pero no quiero perder la esencia de mi trabajo:
escuchar al cliente, ir a su casa, seguir el día a día del proyecto.
En nuestro espacio presentamos
diferentes ambientes para uso residencial, con pocas piezas, la iluminación
adecuada, complementos bien escogidos… Un espacio sensible a las tendencias
pero con vocación atemporal, de durar muchos años, cambiando, eso sí, según las
nuevas tendencias de colores o materiales. Es nuestra forma de diferenciarnos.
¿De dónde provienen los estímulos parta ejercer esta profesión?
La inspiración viene de muchas
fuentes. La arquitectura me encanta, porque el interiorismo está muy ligado, Me
alimenta ver un museo, un edificio interesante, pero también me inspira la
montaña, los colores… fíjate que tenemos flores naturales y las cambiamos
continuamente para que vean los clientes que la tienda está viva.
¿La tecnología suma al
proyecto residencial?
No se puede evitar la
tecnificación. Lo interesante de estas herramientas es saberlas usar y saber
parar este alud de comunicación y no perder la percepción de donde estás. La casa
está mejor preparada con domótica bien utilizada. Lo más importante es que sea
cómoda para cada persona, la tecnología no es mala sino que hay que saberla
utilizar.
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