Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

martes, 4 de febrero de 2014

Se recomienda visitar hogares congelados en el tiempo

Una bella panorámica a través de los ventanales es algo que se incorpora a la experiencia cotidiana en el interior, que añade valor al espacio y expande los límites de las estancias. No importa si se trata de una bahía azul de corte paradisiaco, de un retal de Mediterráneo entre dos árboles, o de la silueta brumosa de montañas cubiertas de nieve. Las vistas, en continua transformación según la hora o la estación del año, son el recurso estético más efectivo que podemos incorporar a la atmósfera doméstica. Se podría decir que las vistas son la segunda dimensión real de una casa. Pertenecen al terreno del confort mental, una forma de comodidad tan importante o más que la que proporciona poner los pies sobre la mesa de centro.


 Las tres primeras imágenes corresponden a diversos aspectos de la casa Museo de Rembrandt en Ámsterdam
 
También es cierto que, puestos a buscar dimensiones entre cuatro paredes, no podemos olvidar las que se explican por medio de las nuevas teorías del espacio-tiempo. Aunque confieso que soy demasiado obtuso como para concebir lo que significa la teoría de la relatividad, mi escasa imaginación puede llegar a entender que el tiempo forma parte de las dimensiones de cualquier cosa y que está ligado a las propiedades físicas que vemos y tocamos. Me cuesta entenderlo pero, la verdad, tampoco concibo que algo tan pesado como un avión pueda volar (por más que me expliquen la teoría con un globito que se escapa silbando) y, obviamente, vuela.

 
Visitar una casa conservada en buen estado como la de Rembrandt en Ámsterdam es una experiencia de viaje temporal fascinante.
 
De forma que una casa no sólo tiene alto, ancho y largo (más escaleras, garaje, desván, jardín y ascensor), sino que también cuenta con una dimensión temporal, que debe ir desde que pusieron el primer ladrillo hasta ahora mismo, que pasa alguien por delante y el perro ladra como un poseso. Según eso, además de lo que vemos a través de las ventanas, deben tener también vistas temporales, panorámicas que retroceden en el tiempo y muestran el continuo devenir de acontecimientos de que han sido testigos. Historia e historias escritas en las paredes con el curso de días, años, gente, afanes, sucesos y horas inacabables de vacío con un tictac de fondo.
 

Visitar casas museo es una forma de entender la historia de la vida doméstica.
 
Esas panorámicas temporales, en ocasiones, son visibles y dejan huellas fácilmente reconocibles en las paredes o en los suelos de pavimento desgastado. Cuando entramos en una vivienda madurita se puede apreciar el eco de las vistas del pasado, los pasos y los silencios que han conformado el aspecto que tiene ahora. Es fácil comprobarlo visitando la vivienda museo de un artista: desde el Cau Ferrat de Santiago Rusiñol en Sitges a la casa de Rembrandt en Amsterdam, o la de Víctor Hugo en París, por citar alguna. Hay muchas casas de este tipo abiertas al público y la experiencia, siempre enriquecedora, es muy aconsejable. Son hogares congelados, conservados tal como los dejaron sus propietarios en el momento de su muerte, con la pluma apoyada en el viejo tintero y el orinal bajo la cama; que muestran su dimensión temporal de forma explícita. Son espacios con vistas al pasado, que respiran todavía, que permiten viajar como ningún documental puede hacerlo.
 

La casa Museo de Victor Hugo en París, un espacio maravilloso.
 
Detectar las panorámicas en el tiempo de una casa, antes de reformarla, tal vez sea una forma de apreciarla mejor, de valorar sus méritos y empezar a amarla. De hecho, igual que nos muestra el espacio más allá de las ventanas, es posible que, si nos fijamos muy atentamente, sea capaz de echar un vistazo a su propio futuro, que es el nuestro.

1 comentario:

  1. [....] "Detectar las panorámicas en el tiempo de una casa, antes de reformarla, tal vez sea una forma de apreciarla mejor, de valorar sus méritos y empezar a amarla. De hecho, igual que nos muestra el espacio más allá de las ventanas, es posible que, si nos fijamos muy atentamente, sea capaz de echar un vistazo a su propio futuro, que es el nuestro."....
    Maravilloso final....!!!!
    Gracias. Un abrazo
    immA

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