Una empresa de preservativos está haciendo una encuesta en
Facebook entre sus clientes para averiguar cómo es la habitación más adecuada
para practicar buen sexo. Impacientes por conocer los resultados de tan magna
consulta, hago una encuestilla rápida en mi entorno y descubro preocupado que
el noventa por ciento de los dormitorios donde practicamos sexo hispánico son
blancos. El diez por ciento restante (color malva) es de una tía soltera. Algo
no va bien.
Hacer el amor en un entorno color pastel mejora las relaciones, según expertos. La cama es de Bonaldo.
Acudo a mi inestimable archivo de productos y, por instinto
Alfredolandiano, me dirijo directamente a la carpeta Stockholm 2012. Los últimos lanzamientos de mobiliario para
hogar que nos han presentado las firmas de origen escandinavo me deparan una
agradable sorpresa que contradice las tendencias ya instaladas para lo que
queda de temporada y buena parte de la próxima. El color, en su expresión más
alegre, sofisticada y compleja (léase en versión pastel) se está abriendo paso
a codazos entre las monótonas, previsibles y caguetas tendencias “mainstream”
basadas en el blanco aséptico y sin compromiso. ¡Bienvenido sea el color pastel!
Cómoda de la firma sueca Abstracta, en colores apastelados
Tenían que ser precisamente las nórdicas quienes nos dieran
una lección de buen gusto con sus muebles multicromáticos, diseñados para lucir
bajo la luz atenuada de los nubarrones. Qué razón tenía el cine español de los
setenta, tan obsesionado por las suecas. En este país sufrimos cierto abuso de
luz natural, pero la idea puede dar juego. Y por si fuera poco, los colores
pastel se llevan de maravilla con las maderas claras, otra tendencia ‒ésta sí‒
que nadie discute ahora mismo de Albacete a Chicago. De momento es una idea sin
contrastar que tiene que recorrer mucho camino para imponerse, pero qué gusto
da encontrar piezas coloreadas en un mar de grisura y aburrimiento
generalizado. Tal vez lo que necesita este país es un poco de color para
quitarnos de encima la sensación de caspa, terno marengo y raya del pelo a un
lado en que nos hemos encallado. Está bien que la selección española se conozca
como la Roja
(qué imaginación), porque aquí siempre hemos sido gente sanguinaria y
resolutiva. Pero un poquito de matiz cromático no nos haría ningún daño de cara
al extranjero, incluso podría atemperar el ánimo en Bruselas y mejorar esa
imagen de viajante de comercio de la vieja escuela que tienen nuestros
políticos.
Lampritas de suspensión Sempé en tonos pastel
La gama de los colores pastel es muy sencilla de componer. Preparación:
Cójase cualquier color intenso a gusto
del consumidor, añádasele una parte de blanco y ¡voilà! Ya tenemos el azul celeste,
el verde laguna, el amarillo salmón o el marfil. Se trata de colores que
expresan un punto de complejidad, aunque muchos consideren equivocadamente que
son adecuados para el universo infantil. Muy al contrario, los colores pastel
irradian calma, serenidad, reflexión y charlas a media tarde con un té verde y
pastitas. Dicen que son buenos para bajar la tensión y que mejoran el
colesterol. Y con toda seguridad, son gamas que comunican frescura y desenfado.
También aseguran los que entienden que los colores pastel son mucho más
adecuados para hacer el amor sin prisas, lo que siempre es un buen
planteamiento para esta agradable actividad. Así que vamos a pintar el
dormitorio de color pastel y a ver qué pasa. Seguiremos informando…
Float de Sancal en bonitos tonos pastel. Karim Rashid descubre los encantos de Murcia.
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