Entrevista con Hella Jonguerius.
Textos: Marcel Benedito.
¿Qué
significado tiene para su creadora el sofá Polder, que ahora cumple diez años,
en el contexto de la colección Vitra?
Nunca pensé que este sofá se llegaría a convertir
en un icono de la empresa. Fue un trabajo muy personal que Vitra entendió desde los primeros esbozos y que me
llevó más de cuatro años desarrollarlo. Es una pieza innovadora y el objetivo
es que no fuera muy cara. En este tiempo se ha investigado para producir nuevos
tejidos y desarrollarlo.
¿Buscaba un
sofá que fuera capaz de crecer en diferentes configuraciones?
Eso es lo que yo intenté desde el principio. Varias
configuraciones que permiten crear un sofá casi a medida, de grandes
dimensiones o muy pequeño y que, en todas las circunstancias, funciona a la
perfección. Este sofá como un organismo que es capaz de crecer y adaptarse.
Ahora es
usted la responsable del departamento de color de Vitra. ¿Ha sido el Polder el
que la ha introducido en esta responsabilidad?
Desde luego, el proceso de color del sofá fue el
principio de esta forma de colaboración con la empresa. Siempre me ha
interesado mucho el tema del color en el contexto del diseño ya que soy profesional
del diseño textil. Rolf Fehlbaum, el director de la firma, me pidió que
investigara en nuevos colores para las Plastic Chair de los Eames, después de
conocer mi pasión por este campo.
¿Qué clase
de sensibilidad condiciona los colores en una colección?
No creo en los colores del año ni en las tendencias
de color, sino en seguir lo que aconseja la sensibilidad actual adecuada a los
tiempos que estamos viviendo. Es encontrar la combinación adecuada entre los
colores atemporales y los que surgen en cada momento. Hay que seguir fuentes
variadas para hacer este trabajo.
¿No le
parece una gran responsabilidad buscar nuevos colores para las sillas
históricas de los Eames?
No. Es realidad es genial trabajar con esta
empresa. Vive en una cultura del diseño muy avanzada y facilita el trabajo.
¿Diseño
local o global?
Yo tengo la sensación de que trabajo para todo el
mundo. Conozco la cultura mediterránea pero también otras culturas más alejadas
de mi entorno y todas ellas me nutren estéticamente. En todo caso entiendo que
el gusto europeo es muy diferente al americano, por ejemplo, y eso es algo que
te hace pensar a este respecto.
¿Cree que
existe un diseño made in Europe?
No estoy muy segura. Creo que la globalización está
borrando las fronteras estéticas entre los países y que, cada vez es más fácil
compartir gustos y sensibilidades.
Un diseñador
que admire…
Achille Castiglioni. Siempre me ha fascinado su
trabajo. De entre los diseñadores que están en activo debo mencionar a Jasper
Morrison.
La oficina
de Jongerius en Berlín, es ampliamente reconocida como uno de los estudios de
diseño liderado por una mujer, más influyentes del mundo. Este año lanzó un
manifiesto para pedir el fin de los "productos inútiles, hypes comerciales
y retórica vacía" de acuerdo con la teórica del diseño Louise
Schouwenberg.
Trabajo de color en un juego de vasijas de cerámica
Como diseñadora, utilizo una gran cantidad de
ingredientes para llegar a un producto. No sólo la forma, sino también la
historia, la tradición y la inspiración contemporánea. Y me gusta mezclar el
arte con la industria.
Recogemos
algunas declaraciones que ha realizado alrededor del tema del reciclaje:
Yo reciclo porque uso las viejas formas y
tradiciones antiguas, pero yo no pierdo mucha energía en ese punto
"ecológico". Lo que trato de hacer es el trabajo de forma personal o
detallada, que realmente llega a la gente, por lo que ahorran para comprarlo y
lo tienen por el resto de su vida al igual que usted compra de antigüedades o
arte o lo que sea. De esa manera b usco objetos que perduren con un enfoque más
responsable que el puro usar y tirar cosas baratas que están en el mercado.
Respecto a
la producción seriada o artesanal, Jongerius declara…
Normalmente, las personas que trabajan detrás de
las máquinas no son demasiado creativas. En mis trabajos más artesanos, la
colección de platos, por ejemplo, cada plato que sale de la sala de pintura es
una pieza única. En una ocasión sólo encontré a un hombre capaz de sacar
adelante la colección de objetos tal como yo la quería. No estaba integrado en
el proceso, porque no se puede tener todo, pero también pienso en series que
sean capaces de vender en grandes cantidades. A veces, el entendimiento con las
empresas fabricantes depende del volumen de piezas que sean capaces de realizar
y vender.
Respecto a
los jóvenes diseñadores, lanza un consejo:
Seguid vuestra propia historia, vuestro camino. El
diseño debe reflejar la personalidad de quien lo crea, para tener valor.
El estudio de Hella, tal cual
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