Tanto el CentroCultural Matadero de Madrid, como el restaurante Tondeluna de Logroño son
proyectos realizados con un repertorio limitado de medios, buscando materiales
naturales en el entorno de la construcción, atendiendo a las necesidades reales
de las personas, investigando en la funcionalidad de los espacios y en nuevas formas
de utilización, y desde el respeto a las estructuras originales o a las
características del entorno. El Matadero, según el jurado de los FAD, ha sido
premiado por el mínimo protagonismo de las intervenciones sobre la estructura
industrial preexistente, así como por el rigor y autenticidad (palabra clave)
con que se tratan las nuevas funciones del centro cultural sin perder la
atmósfera del espacio original.
El restaurante
de Logroño, proyecto del tándem Rubén Picado, Mª José de Blas, estudio madrileño de reconocida trayectoria,
aporta un brillante diálogo entre las necesidades de uso y la organización
espacial, en un rectángulo de escasas dimensiones, para cocinar y servir, con medios muy sencillos. Las mesas, sillas,
techo, suelo, paredes, el bosque, los cuartos de baño, todo se ha realizado
pensando en el impacto cero. El local presenta únicamente seis mesas largas,
todas ellas orientadas hacia la cocina vestida de unos irreprochables y
asépticos colores blanco y acero. A la espalda de las mesas y frente a la
cocina se dibuja en abstracto un bosque, con sus colores que representan las
estaciones.
El restaurante busca crear un vínculo
entre el comensal y lo que este va a degustar y mostrar sin trampa ni cartón,
todo el proceso de elaboración, que se completará o terminará según los casos,
en las mesas auxiliares que hay en la cabecera de cada mesa. La función del
camarero se confunde con la del cocinero, rompiendo esa barrera que
tradicionalmente ha existido. Sala y cocina son un todo, donde unas veces el
camarero puede hacer de cocinero y viceversa, sin complejos.
Genial,
ResponderEliminarempieza el cambio....!
La valoración de lo simple" y "bien hecho....lo "auténtico!
La fusión entre la naturalidad, la naturaleza, la verdadera identidad del espacio (No" la manipulada....), la humanidad....sin egos (a mi entender....ya muy pasados de moda....aunque todavía sigan dando el "coñazo....)
empieza el triunfo" de la simple naturalidad de la excelencia artística humana"....sin etiquetas".... sin egos"!!!!
Bravo, bravo ...bravo.
Muy interesante Marcel, materiales naturales, funcionalidad y experiencias memorables en sinergia para los comensales.
ResponderEliminarDelicioso!