Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

lunes, 14 de julio de 2014

Teletrabajo: si vas a trabajar en casa, quítate el pijama

A uno, esto del teletrabajo siempre le había parecido una pamema hasta que le tocó probarlo un tiempo, por circunstancias personales. Todos hemos pasado por ahí en algún momento, digamos por una pierna rota, una maternidad o paternidad, un traslado complejo o una simple y llana estrategia de ahorro puesto que ser trabajador autónomo está penalizado por la ley. Los americanos, siempre tan dados a adelantarse en todo, hace años que preconizan el teletrabajo como forma de reducir los gastos laborales de las empresas en desplazamientos, amortización de espacio y equipamiento. Las ventajas son obvias: trabajas como en casa (para eso estás allí) y gozas de cierta flexibilidad laboral ya que no tienes el aliento del jefe en el cogote. Las desventajas también son obvias: trabajas como en casa (que no es una oficina) y la falta de aliento en el cogote la suples con más horas que un reloj. Resultado: estrés.



El teletrabajador, para salir airoso del reto, debe evitar varias tentaciones. 
A saber: 1. Dejarse puesto el pijama. 2. Poner lavadoras a media mañana. 3. Ver la telenovela después del almuerzo rápido. 4. Charlar con la vecina. 5. Pasear al perro a media mañana.
Para contrarrestar estas distracciones, a veces inevitables, que se conjuran para estropear nuestro envidiable índice de productividad, se necesita una voluntad de hierro y una capacidad disociativa respecto al espacio donde se trabaja a fin de no confundir las cosas y acabar enviando emails desde la cocina o planchando las camisas sobre la mesa del ordenador. Organización, por favor de Dios.





Aquí es donde entra en juego la casa y su maravillosa plasticidad. Donde se demuestra que su verdadera vocación es la de adaptarse a nosotros y no al revés. La vivienda bien diseñada es la que está a nuestro servicio siempre dispuesta, como un mayordomo victoriano fiel, a anticiparse a deseos y caprichos. Porque si vemos que se resiste a las necesidades cambiantes es que la mercancía está averiada, o anticuada que es peor, y hay que devolvérsela al arquitecto de turno. Algo ha hecho mal. También puede ser culpa nuestra si nos empeñamos en ahogarla con trastos hasta oxidar su capacidad de movimientos. El “horror vacui” propio de otros tiempos, es enemigo del espíritu práctico, especialmente cuando hablamos de espacios reducidos. Fomentemos el “plenus horroris” (a mí no me miréis, lo dice Google Translator).



La casa oficina funcional es aquella que sabe cambiar de sombrero con solo accionar un interruptor o dos. La que sabe pasar de hogar acogedor a despacho agresivo en un instante, en una fracción de segundo y, por supuesto, mucho más rápido que lo que tarda un teatro de ópera en cambiar de escenario.



Es importante reservar un espacio fijo para trabajar y disponer de muebles adecuados para no andar dando vueltas con el portátil por el váter. El secreto, una vez más, está en la iluminación, que es la clave de la magia escénica. Lo sé por experiencia. Apagas las luces de trabajo de la mesa, el programa del ordenador, la impresora, la tablet y, de improviso, se hace la paz y el hogar recupera su esencia familiar. Por las mañanas el proceso es el mismo pero a la inversa e igual que se le exige este cambio radical, se le van a pedir otros menos dramáticos todos los días, y debe dar respuesta inmediata. Si una casa no está preparada para mutar de esta forma es que no se ha adaptado a los tiempos que corren. 

2 comentarios:

  1. Estupendo artículo Marcel.
    Está claro que el teletrabajo es una tendencia al alza en España pero no tenemos ni cultura ni viviendas adaptadas a este estilo de vida.
    Personalmente participo en un proyecto muy interesante que trata de dar soluciones de amueblamiento específico para teletrabajadores, se llama www.homeoffice.es. Os animo a visitar dicha web y su blog: blog.homeoffice.es .
    Saludos a todos!!

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  2. Gracias, José Manuel. Visitaré tu web con mucha curiosidad.
    Un saludo

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