Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito

Diseño de interiores: la Ventana de Marcel Benedito
Casa Sardinera de Ramón Esteve. Foto: Mariella Apolonio

viernes, 25 de octubre de 2013

El cine, como el interiorismo, sirve para inventar historias


Bravo por la iniciativa del hiperactivo Colegio de Decoradores de la Comunidad Valenciana de celebrar un ciclo dedicado al interiorismo de cine. (Por cierto, ¿cómo consiguen trabajar tanto y tan bien?, que nos digan qué desayunan, por favor). Han celebrado dos mesas redondas tras dos interesantes proyecciones de films donde el escenario y la puesta en escena es casi tan protagonista como los actores principales.



El primero dedicado a Gattaca, cumbre del interiorismo minimalista gélido y apabullante (ideal para denostarlo por radical) donde vemos cuán angustiosa puede ser una escalera de caracol cuando Jude Law se empeña en subirla sin piernas. Una película apreciable por su historia pero tópica en cuanto a los espacios que caen en el manido recurso de que en el futuro viviremos en el interior de un gran frigorífico.


La segunda convocatoria fue para la insuperable, emblemática y fundamental Blade Runner que se atrevió a pronosticar un futuro parecido al de ahora pero con más mugre y lluvia ácida. Como decía Toni Miró en un librito dedicado al film de Ridley Scott, lo mejor de la estética de esa película es la previsión de un futuro cercano vestido con una estética mezcla de estilos sin aspavientos. La gente viste trajes como los de ahora y eso que la película transcurría en el lejano 2019 (¡Dios mío, si ya está aquí, y yo con estos pelos!). No hemos podido asistir a estas sesiones (snif) pero le auguramos un gran éxito y esperamos que nos envíen algún documento al respecto.
Y ahora mi aportación personal.
Hace años intenté convencer a los responsables de una revista de cine de que abrieran un apartado dedicado a la Dirección de Arte que es como suelen llamar en esta industria a los decoradores. Me dieron un poco de cancha y empecé a investigar. ¿Qué encontré? Un vacío casi total sobre este tema, ausencia de documentación, nada de fotos, ignorancia sobre este colectivo tan importante... el desierto. Profesionales tan relevantes a nivel internacional como el gran Gil Parrondo son completos desconocidos. Imposible encontrar documentación al respecto, escasa bibliografía. Ni siquiera los premios Oscar se interesan en exceso por este apartado. Una pena... Así que mientras me arremango para abrir un canal dedicado a este oficio apasionante, dejar que os dé algunas pistas que demuestran cuán importante es la dirección artística de una película y qué bien lo saben los grandes directores. Ejemplos de ello podemos encontrar a montones.
Hablamos de un Lucchino Visconti maniático con sus escenarios que exigía que hasta la última taza de porcelana de sus decorados fuera auténtica...


De un Alfred Hitchcock que tuvo que recrear en estudio la famosa Fallingwater House porque le negaron el permiso de rodar dentro y el hombre se empeñó en que la acción  de Con la muerte en los talones debía transcurrir allí.


De un  Jaques Tati que convirtió en protagonista de su deliciosa Mon Oncle a la casa del cuñado, hipertecnificada y ridícula.
De un Almodóvar que no planifica sus películas hasta que no sabe cómo serán los decorados con la ayuda de los mejores Directores de arte.
De un Tom Ford que situó la historia de su hombre soltero en una mansión maravillosa de John Lautner.


No sigo porque el tema me apasiona y me engorilo en seguida. La historia es interminable, así que propongo estas películas para los próximos ciclos del CDICV. Si no las habéis visto, no os las podéis perder. Y si las guardáis en la memoria, es el momento de verlas bajo otra perspectiva.
El cine es el arte de recrear historias, más o menos como el interiorismo, así que disfrutemos de estos artistas que nos han permitido soñar con sus escenarios y hacer creíbles sus fantasías.



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